
OFICIO PARVO DE LA
SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
Sexta
Si es la Primera Oración del día ir a las Oraciones antes del Oficio.
Introducción
Se empieza la Hora Sexta con el Ave María (secreto).
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
℣. Dios mío ✠ ven en mi auxilio.
℟. Señor, date prisa en socorrerme.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora, y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Aquí el Gloria Patri se dice cada fin de salmo y cántico.
Fuera de la Cuaresma se dice Alléluia.
Durante la Cuaresma se omite el Alléluia.
Durante el tiempo Pascual, no se añade Allelúia, al fin del Invitatorio, Antífonas, ℣.℣. y ℟.℟.
Desde las Completas del sábado antes de Septuagésima (70 días antes de la Pascua) hasta la Nona del Sábado Santo inclusive, en lugar de decir Alleluia, se dice: Alabanza a ti, Dios, rey de la eterna gloria.
Himno
Memento Rerum
Recuerda, Creador del mundo,
Que naciendo de una Virgen,
quisiste tomar un día,
la forma de nuestro cuerpo.
María, Madre de gracia,
dulce fuente de clemencia,
protégenos del enemigo
y recíbenos en la hora de la muerte.
Gloria a ti, oh Jesús,
que nacido de una Virgen,
Con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Primer Oficio (Desde la Purificación al Adviento)
Antífona. Tras el olor de tus perfumes corremos: las doncellas te aman sobre manera.
Segundo Oficio (En el Adviento)
Antífona. No temas, María, has encontrado gracia delante del Señor: he aquí que concebirás y darás a luz un hijo.
Tercer Oficio (Desde Navidad hasta la Purificación)
Antífona. Como la zarza que vió Moisés, que ardía sin consumirse, así nosotros reconocemos tu laudable virginidad: Madre de Dios, intercede por nosotros.
SALMO 122
A ti levanto mis ojos,
a ti que habitas en el cielo.
Como están los ojos de los esclavos
fijos en las manos de sus señores,
como están los ojos de la esclava
fijos en las manos de su señora,
así están nuestros ojos
en el Señor, Dios nuestro,
esperando su misericordia.
Misericordia, Señor, misericordia,
que estamos saciados de desprecios;
nuestra alma está saciada
del sarcasmo de los satisfechos,
del desprecio de los orgullosos.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora, y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
SALMO 123
Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte
—que lo diga Israel—,
si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros.
Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes.
Bendito el Señor, que no nos entregó
como presa a sus dientes;
hemos salvado la vida como un pájaro
de la trampa del cazador:
la trampa se rompió y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra.
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora, y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
SALMO 124
Los que confían en el Señor son como el monte Sión:
no tiembla, está asentado para siempre.
Jerusalén está rodeada de montañas,
y el Señor rodea a su pueblo
ahora y por siempre.
No pesará el cetro de los malvados
sobre el lote de los justos,
no sea que los justos extiendan
su mano a la maldad.
Señor, concede bienes a los buenos,
a los sinceros de corazón;
y a los que se desvían por sendas tortuosas,
que los rechace el Señor con los malhechores.
¡Paz a Israel!
Gloria al Padre, al Hijo, y al Espíritu Santo,
como era en el principio, ahora, y siempre,
por los siglos de los siglos. Amén.
Primer Oficio (Desde la Purificación al Adviento)
Antífona. Tras el olor de tus perfumes corremos: las doncellas te aman sobre manera.
Segundo Oficio (En el Adviento)
Antífona. No temas, María, has encontrado gracia delante del Señor: he aquí que concebirás y darás a luz un hijo.
Tercer Oficio (Desde Navidad hasta la Purificación)
Antífona. Como la zarza que vió Moisés, que ardía sin consumirse, así nosotros reconocemos tu laudable virginidad: Madre de Dios, intercede por nosotros.
Ir a las oraciones según el Oficio que corresponda
Pequeño Capítulo
Para el Primer Oficio
(Desde la Purificación al Adviento) y
Tercer Oficio
(Desde Navidad hasta la Purificación)
Eclesiástico 24, 16
Y eché raíces en un pueblo honrado y puse mi morada en la parte de mi Dios, su heredad, y en la plenitud de los santos. Pero tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.
℣. Bendita tu entre todas las mujeres
℟. Y bendito el fruto de tu vientre.
℣. Señor, ten piedad.
℟. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
℣. Señor escucha mi oración.
℟. Y hasta ti llegue mi clamor.
Oremos
(Para el Primer)
Oh Dios misericordioso, concede tu ayuda a nuestra fragilidad: para que quienes celebramos la memoria de la santa Madre de Dios, por el auxilio de su intercesión, resucitemos de nuestras iniquidades. Por el mismo Jesucristo nuestro Señor, Hijo tuyo, que contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Ir a la Conclusión para los tres Oficios.
Oremos
(Para el Tercer Oficio)
Oh Dios, que por la fecunda virginidad de la Bienaventurada María, otorgaste al género humano los premios de la eterna salvación: Concédenos, te rogamos, que sintamos interceder por nosotros a aquella por quien merecimos recibir al autor de la vida, Jesucristo nuestro Señor, Hijo tuyo, que contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Ir a la Conclusión para los tres Oficios.
Para el Segundo Oficio
(En Adviento)
Lucas 1, 32-33
Será grande y será llamado Hijo del Altísimo, y el Señor Dios le dará el trono de David su padre, y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin. Pero tú, Señor, ten piedad de nosotros.
℟. Demos gracias a Dios.
℣.Bendita tu entre todas las mujeres
℟. Y bendito el fruto de tu vientre.
℣. Señor, ten piedad.
℟. Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
℣. Señor escucha mi oración.
℟. Y hasta ti llegue mi clamor.
Oremos
(Para el Segundo Oficio)
Oh Dios, que por la anunciación del ángel quisiste que tu Verbo tomara carne en las entrañas de la Bienaventurada Virgen María: concede tus suplicantes que, quienes de verdad la creemos Madre de Dios, seamos delante de ti ayudados por su intercesión. Por el mismo nuestro Señor Jesucristo, Hijo tuyo, que contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, Dios, por los siglos de los siglos.
℟. Amén.
Ir a la Conclusión para los tres Oficios.
Conclusión para los tres Oficios
℣. Señor, escucha mi oración.
℟. Y hasta ti llegue mi clamor.
℣. Bendigamos al Señor.
℟. Demos gracias a Dios
℣. Las almas de los fieles, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
℟. Amén.
Padre Nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal. Amén.
℣. El Señor nos dé su paz.
℟. Y la vida eterna. Amén.
Se sigue con Nona
Si aquí se termina el Oficio se rezan las: Oraciones para después del Oficio (A la Santísima e Indivisa Trinidad…
y la Antífona Mariana correspondiente).